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Seguro contra crisis y devaluaciones

Para enfrentar de mejor manera la actual situación de volatilidad financiera, muchos recomiendan poner en práctica en nuestros hogares un instrumento económico conocido como seguro contra crisis y devaluaciones.

¿En qué consisten los seguros contra crisis y devaluaciones?
Los seguros contra crisis y devaluaciones funcionan de forma muy similar a otro tipo de seguros como los de vida, los de automóvil, vivienda o gastos médicos. Se trata de generar, por medio de aportaciones periódicas y regulares, un fondo de dinero que se puede usar en caso de una eventualidad como la pérdida del empleo, o el aumento en los gastos familiares por un incremento repentino en los niveles de inflación.

Un seguro contra crisis y devaluaciones puede funcionar también como una forma de ahorro cuyo objetivo es proteger nuestras finanzas. Del mismo modo que las familias son capaces de organizarse y ahorrar con la finalidad de comprar artículos para la casa, salir de vacaciones o cambiar de coche, pueden idear un sistema que les permita tener una reserva que proteja su patrimonio en tiempos de crisis.

¿Qué tanto debemos aportar a este seguro?
Al no estar institucionalizados, esta clase de seguros no cuentan con montos específicos ni cuotas fijas. Para determinar la prima más conveniente cada individuo o familia se deben examinar cuidadosamente los ingresos y gastos, y de este modo, realizar un cálculo de la cantidad mensual que se utiliza para satisfacer las necesidades básicas.

Lo recomendable es que el seguro contra crisis sea una cantidad suficiente para cubrir los gastos básicos de un individuo o familia por un período de al menos tres meses. Así pues, el siguiente paso es multiplicar por tres el resultado obtenido del análisis de las necesidades básicas de la familia.

Una vez que se determina la cantidad que queremos asegurar, debemos diseñar una estrategia que nos permita alcanzar ese objetivo. La estrategia dependerá tanto de nuestros ingresos como del plazo que nos propongamos para llegar a la meta.

Si nuestros gastos son considerablemente más bajos que nuestros ingresos es conveniente aprovechar esta oportunidad e imponernos un plazo más corto para cubrir el monto que hemos calculado para el seguro contra crisis.

Cuando los gastos son más elevados el plazo, por lo general, es mayor. Por lo anterior, conviene tratar de reducirlos para ahorrar, por lo menos, el diez por ciento de nuestros ingresos.

Tomemos en cuenta el siguiente ejemplo
Si los ingresos son de veinte mil pesos mensuales y los gastos básicos (reduciendo al máximo las compras superfluas) ascienden a diez mil pesos, el seguro contra crisis debe ser de, por lo menos, treinta mil pesos. Si se ahorra el diez por ciento de los ingresos, es decir dos mil pesos, se necesitarán quince meses para cubrir esa meta. Si el ahorro se aumenta a cinco mil pesos, se alcanzará la meta en tan sólo seis meses.

Para que el seguro contra la crisis en casa funcione, lo más importante es ser disciplinados y tomarlo tan en serio como si se tratara de un sistema institucionalizado, puesto que de éste puede depender nuestra estabilidad financiera en caso de un imprevisto.

Es importante también tomar en cuenta el lugar donde depositaremos nuestro seguro. Lo mejor es optar por realizar nuestros depósitos periódicos en instituciones bancarias conocidas y estables y no optar por empresas desconocidas que prometen altos rendimientos y que pueden resultar fraudulentas.

Referencias:
http://www.condusef.gob.mx/
www.profeco.gob.mx/