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La inteligencia emocional y el éxito financiero

Se denomina inteligencia emocional a la capacidad que tienen los individuos para conocer los sentimientos propios y de otras personas, que les permite manejarlos de manera adecuada. Se dice que la inteligencia emocional engloba las siguientes capacidades: la automotivación, la perseverancia, el manejo de las frustraciones, el control de los impulsos, la regulación de nuestros propios estados de ánimo para evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales y, por último, la capacidad de confiar en los demás.

En la actualidad no existe ninguna prueba estandarizada para medir el coeficiente de inteligencia emocional como los que se utilizan para medir el coeficiente intelectual. En los últimos años, se ha descubierto que este tipo de inteligencia es fundamental para determinar el éxito social y financiero de las personas.

¿Cómo afecta nuestras decisiones financieras?
La inteligencia emocional determina nuestras decisiones financieras de manera muy importante.
Cuando nos enfrentamos a situaciones de estrés, nuestra mente tiende a cerrarse y podemos tomar decisiones inadecuadas con resultados desagradables e impredecibles.

Aprender a conocernos mejor, a predecir nuestras reacciones y a saber qué es lo que nos hace sentir nerviosos, nos permite evitar las situaciones desagradables y, por el contrario, favorecer los momentos de comodidad.

Al tomar decisiones financieras es de suma importancia que nuestras emociones se encuentren estables y controladas. No debemos dejarnos llevar por impulsos ni "corazonadas". Debemos aprender a razonar fríamente en asuntos de dinero, analizando los pros y contras de todas las inversiones.

Es importante desarrollar al máximo nuestra capacidad de análisis y observación tanto de las personas como de las instituciones financieras.

¿Qué sucede en el ambiente laboral?
La inteligencia laboral es también fundamental en el trabajo que desempeñamos día a día. Ésta nos permite desarrollar relaciones de trabajo exitosas y a no involucrar nuestros sentimientos en el ámbito laboral.

Las personas que saben tratar a todo tipo de personas y que saben adaptarse a las situaciones emergentes, controlar la frustración y responder con tranquilidad ante el estrés, llegan a tener más éxito en su trabajo.

Este tipo de personas se muestran agradables con sus compañeros, subordinados y superiores, y al no permitir que los sentimientos afecten las decisiones, pueden maximizar su potencial intelectual para rendir al 100 por ciento. Es necesario recordar que en la vida y el trabajo, el talento intelectual no necesariamente determina el éxito.

¿Cómo mejorar nuestra inteligencia emocional?
Aumentar la inteligencia emocional es una de las tareas más difíciles que puede enfrentar el ser humano. No existe un método único y eficaz para lograrlo. Sin embargo, a continuación, se exponen algunas medidas que pueden contribuir a obtener mayor estabilidad emocional, y por lo tanto, a mejorar la inteligencia en este rubro.

Salud. Es importante poner atención a nuestra salud física para mejorar la emocional. Una alimentación adecuada y ejercicio regular reducen el estrés y mejoran la concentración.
Actividades de relajación. Cada persona es diferente y, por lo tanto, las actividades de relajación varían de individuo a individuo. Es recomendable detenerse un momento a pensar en qué cosas nos hacen sentir tranquilos, cuáles son nuestras pasiones, nuestros pasatiempos preferidos y destinar al menos tres horas cada semana para realizarlos.
Pensar antes de actuar. Es importante no dejarse llevar por los impulsos. Ante una situación difícil siempre es recomendable respirar profundo, distraerse del problema unos minutos (o incluso unas horas) para tomar una decisión más racional y menos visceral. Practicar esto diariamente hará que poco a poco nos acostumbremos a dejar atrás los impulsos.
Mejorar las relaciones con la familia. Una persona que se siente bien con sus seres queridos es más estable y puede tomar mejores decisiones en otros ámbitos. Es importante cultivar las relaciones con las personas más importantes en la vida, que son nuestros familiares.

El control de nuestras emociones es un factor clave para el desarrollo de todas las áreas de nuestra vida. En lo financiero se vuelve fundamental para tomar decisiones bien pensadas que, de otra forma, podrían llevarnos a retroceder en nuestras metas económicas.

Referencias bibliográficas:
Mata Molina, F y Otros (2000). Emocionalmente Inteligente. Revista Calidad Empresarial, Edición Corporación Calidad 2010 ,18-19,3
Inteligencia emocional. Recuperado el 5 de octubre de 2012 de www.inteligencia-emocional.org/aplicaciones_practicas